Seguramente se os ha pasado por la cabeza en alguna ocasión, permitiros hacer un viaje solas o con amigas para desconectar del mundo de forma temporal y conectar con vosotras mismas.
Os tengo que decir sinceramente que después de casarme y ser mamá, viajar sola es algo que no hago porque siempre planifico viajes o escapadas en familia, pero lógicamente no juzgo ni critico quien lo hace, todo lo contrario.
Más bien os diría que hacer una escapada de vez en cuando con amigas, puede ser algo bastante positivo en muchos sentidos porque puede ser la mejor terapia que podemos encontrar.
Hace unos días leí que han aumentado considerablemente el porcentaje de mujeres casadas y con hijos, que deciden realizar algún viaje para desconectar o meditar.
Aseguran que los destinos favoritos son Londres, París o New York y el mes elegido suele ser septiembre, imagino que para alejarse tal vez de problemas de pareja, ya que en verano es cuando más horas al día pasamos con nuestras respectivas parejas y es posible que muchas mujeres se sientan un pelín agobiadas si hay problemas en el matrimonio.
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Conciliar el trabajo con el cuidado de los hijos y buscar también tiempo para pasarlo con la pareja, puede ser en muchas ocasiones agotador, bastante estresante e incluso frustrante porque muchas mujeres se sienten incapaces de hacerlo todo perfecto y complacer a cada miembro de la familia.
Por eso os decía al principio de este post, que hacer una escapada de vez en cuando con buenas amigas puede ser algo super positivo. Desconectar y volver con las pilas cargadas, es algo estupendo para toda la familia, porque ese bienestar se sentirá reflejado en el hogar.
Visitar cosas que nos hacen especial ilusión, tomar un café sin prisas o simplemente celebrar el cumpleaños de una amiga o una despedida de soltera, son algunos de los motivos que nos pueden llegar a tomar la decisión de coger la maleta y disfrutar de un estupendo fin de semana.
No hay que sentirse mal por desear pasar un par de días lejos de la rutina, para ir de compras, para no mirar el reloj, para no cocinar, para chismorrear sin parar, para reír o llorar, para llenarse de cultura o para tomar el sol.
También os digo que de nada servirá viajar para desconectar si estáis todo el día respondiendo correos electrónicos, enviando WhatsApps, respondiendo a todos los mensajes que escriben los padres en los grupos del colegio, pendientes de subir fotos o stories a Instagram 🙂
Es el momento de dejar la tecnología a un lado, centrarnos en las relaciones personales y en hablar cara a cara, una costumbre preciosa y necesaria que poco a poco estamos perdiendo.
Recordad que una vez al año, no hace daño y ya son muchos los mismos grupos de mujeres que cada año planifican un viaje a diferentes destinos. Eso sí, no penséis mucho el motivo del viaje porque cualquier excusa es válida.
¿Estáis listas para rencontrar a la mujeres que lleváis dentro?, ¿seremos capaces de alejar la tecnología por unos días?.
Me encantaría escuchar vuestras opiniones y experiencias 🙂
