Aseguran que nos gastamos una media de doce mil euros por pareja cuando decidimos casarnos, aunque yo os confieso que no recuerdo exactamente lo que nos gastamos, estoy convencida de que fue eso e incluso me atrevería a decir que algo más.
El dinero es uno de los problemas que tarde o temprano tienen los novios a la hora de planificar una boda, seguramente porque las cosas nos siempre salen como esperamos y siempre podemos tener contratiempos, así que lo mejor es tener siempre algún dinero de más para solucionar imprevistos.
Una boda supone un gran desembolso económico, así que yo creo que es clave comenzar a organizar con tiempo para poder buscar bien y poder comparar.
Lo que nosotros buscamos primero fue la iglesia y el lugar del banquete, ya que todo gira en función de la fecha y del lugar.
Una vez tuvimos la base ya comenzamos con esos pequeños pero numerosos detalles, que hacen que todo salga perfecto comenzando por supuesto, por el vestido de la novia (entre nosotras, la gran protagonista del día). La gran mayoría tenemos la suerte de recibir como regalo nuestro vestido de novia y en mi caso fue mi abuela el alma generosa 🙂
El vestido del novio también nos lo ahorramos porque mis suegros también aflojaron el bolsillo y mis padres se encargaron de comprar cositas para nuestro nuevo hogar.
Pero aún había mucho de lo que encargarse y el día de antes de la boda, teníamos agujetas en los dedos de tanto abrir y cerrar la cartera.
En lo que menos tiempo tardamos fue en elegir las invitaciones de boda, en decorar la iglesia y en los vestidos de las pequeñas que nos acompañaron al altar, pero tardamos bastante en escoger los detalles de boda, ya que no quería que fuesen lo típico y tampoco me apetecía regalar esas típicas cositas que la gente al llegar a casa tiran a la basura o sencillamente la guardan al fondo de un cajón. Porque seamos sinceras, todas hemos encontrado por casa algún detalle de boda de hace años, ese objeto que no recuerdas ni los novios que te lo regalaron.
Al final nosotros elegimos unas velas porque a nosotros nos gusta muchísimo, pero ahora hay cosas monísimas como por ejemplo esta caja con un búho para guardar bálsamos labiales. ¿No os parece un detalle increíble para las mujeres?, seguro que lo agradecen y le darán uso.
¿Y qué me decís de estas botellas?, seguro que estáis pensado que son unas botellas sin más, pero en realidad son pompero de jabón con formas de botellas de champagne, ¡qué original!.
Y muchas sabéis que yo soy de Sevilla así que si hay algo que se agradezca en una boda en Andalucía en pleno verano, es un abanico por sencillo o llamativo que sea.
Hay cosas en las que se pueden reducir el coste pero hay cosas en las que no reduciría nunca como son el banquete porque es super gratificante ver que la gente está contenta y con el estómago lleno. Han pasado trece años de mi boda y la gente aún a día de hoy nos dice que les encantó nuestra boda, comieron de maravilla, se emocionaron, bailaron, no pasaron ni frío ni calor y se sintieron bien en todo momento.
La gente recuerda nuestra boda con una sonrisa porque todo salió perfecto y también porque controlamos hasta el más mínimo detalles, todo sea dicho.
Sin embargo con el Dj sí que se puede jugar un poco porque podéis conseguir que alguien os haga vibrar desde 500 euros hasta casi los mil.
El viaje de novio y el fotógrafo fueron intocables para nosotros, el viaje porque es lo que se lleva nuestro cuerpecito y lo que necesitamos para relajarnos con nuestro ya marido después de meses de mucho estrés y nervios. Y el fotógrafo porque es lo que nos queda para enseñar a nuestros hijos, aunque nosotros no lo necesitemos porque esos momentos quedarán imborrables en nuestra memoria.
