Se habla muchísimo del bótox y debemos reconocer que tiene muy mala fama, aún así sigue siendo uno de los tratamientos estéticos más demandados.
Yo estoy de acuerdo con la medicina estética pero siempre que se haga bien, que estemos en buenas manos y que no exageremos. Prefiero un aspecto saludable pero nunca extravagante y si estáis buscando el aparentar muchos años menos, es mejor que te olvides porque no hay medicina que lo consiga.
Hoy quiero que todas salgamos de dudas y os voy a contar para que sirve, cuando se debe aplicar, sus ventajas e inconveniente.
El bótox es una toxina llamada toxina botulínica que en medicina estética sirve para bloquear las señales nerviosas que llegan a los músculos, para que dejen de contraerse y no se formen las arrugas del rostro.
Produce ventajas si se aplica en la frente, el entrecejo o las patas de gallo pero no es aconsejable en el resto.
El bótox da un aspecto juvenil y saludable, puede ser muy beneficioso siempre y cuando sea bien aplicado, pero si la inyección se aplica mal puede estropear la mirada.
El bótox cuando se aplica en zonas concretas de la frente nos ayuda a relajar la expresión del entrecejo, eliminando ese aspecto de cansadas o enfadadas cuando lo fruncimos.
Si se aplica en las patas de gallo nos ayudará a suavizar las arrugas que se producen al reír pero sin modificar la expresión cuando sonreímos.
Aplicar el bótox es rápido, no invasivo y muy seguro, no es necesario pasar por el quirófano ni tampoco anestesia.
El tratamiento dura de 3 a 4 meses, pasados este tiempo los efectos comienzan a reducirse. Deberás ir repitiendo la aplicación cada 6 meses o cuando el médico te lo recomiende.
¿Qué os ha parecido?, ¿os habéis aplicado bótox alguna vez?
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