En muchísimas ocasiones nuestros pies son excesivamente descuidados, algo que resulta visiblemente claro cuando nuestros pies quedan al descubierto.
Son muchos los motivos por los que nuestros talones se agrietan desde la falta de hidratación hasta el sol, por eso, en el post de hoy os dejo unos consejos y remedios caseros super eficaces para lucir unos pies bonitos e hidratados y evitar tener los talones agrietados. Espero que os resulten de mucha ayuda.
Cuando hay falta de hidratación, nuestros talones se ven agrietados y resecos. Pero tranquilas porque esto normalmente no es más que un problema estético que podemos solucionar con algunos de estos estupendos remedios caseros.
El aceite de oliva es mi remedio casero favorito y también el más sencillo ya que es un producto que siempre tenemos en casa y que siempre tenemos a mano. Si no tenéis, también podéis utilizar aceite de coco.
Estos aceites esenciales nos ayudan a hidratar nuestra piel en profundidad y simplemente tenemos que aplicar bastante cantidad en nuestros talones y masajear de forma suave. Yo os aconsejo aplicar el aceite antes de ir a dormir y podéis poneros unos calcetines finos para ayudar a penetrar mucho mejor. Lo podemos hacer cada noche hasta conseguir nuestro objetivo.
Hay dos productos que van genial para ablandar las durezas y son el limón y la vaselina. Antes, os aconsejo sumergir los pies en agua caliente con sal durante unos 20 minutos aproximadamente. Después nos secamos bien los pies y mezclamos un poco de zumo de limón y un poco de vaselina. Nos aplicamos la mezcla antes de ir a dormir para que actúe durante la noche. En este caso, también va genial ponernos unos calcetines para ir a dormir.
La miel nos ayuda a suavizar e hidratar nuestros pies en profundidad y en esta ocasión tenemos dos formas de utilizarla.
Podemos aplicar la miel directamente en nuestros talones realizando un suave masaje y dejando que penetre bien o también podemos sumergir durante 15-20 minutos los pies en agua caliente con una cucharada de miel
