Una amiga me preguntaba que diferencia hay entre el corrector y el iluminador, así que aprovecho y os lo cuento a todas…
Son dos productos muy distintos, pero con funciones muy concretas.
El corrector, sirve para disimular y cubrir esas imperfecciones que tenemos en el rostro, como las ojeras, manchas o los granitos.
Hay mujeres que apenas tienen ojeras, así que utilizan el iluminador en vez del corrector para realzar sus ojos, ya que no necesitan cubrir.
El corrector, lo podéis comprar en formato compacto o líquido.
Yo siempre he usado el líquido, me va genial y va perfecto para cualquier tipo de piel.
El compacto me resecaría el rostro.
El corrector, lo podéis encontrar en tonos beige, que es ideal para disimular las zonas oscuras.
En amarillo, se usa para las ojeras violetas.
El corrector salmón, cubre las ojeras más azuladas.
Y con el verde, conseguiréis cubrir los granitos rojos.
El ILUMINADOR, se aplica en zonas determinadas del rostro, para aportar luz.
Se pone en el lagrimal, el arco de cupido, el arco de las cejas y en el hueso del pómulo.
También hay quien se lo aplica en las aletas de la nariz.
El iluminador, lo podéis comprar en polvos compacto o suelto y en formato líquido.
Yo uso el líquido, porque mi piel es normal, te irá genial también si tienes la piel seca.
Y para las chicas que tenéis la piel grasa, os vendrá mejor utilizar el iluminador en polvo suelto o compacto.
Yo primero uso el corrector, después me aplico la base de maquillaje y después el iluminador. Os animo a probar porque los resultados son estupendos.
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