Nada ni nadie nos puede asegurar el 0% de riesgo de padecer esta terrible enfermedad. Una patología que sigue acabando con millones de personas y sin previo aviso. Silenciosa, a veces difícil de averiguar y que muchas veces se identifica demasiado tarde, así es una enfermedad que dura 120.000 años y con la que no se ha podido terminar.
No podemos olvidarnos de la genética, un detonante importante a la hora de desarrollar la enfermedad, por eso es tan importante tener en cuenta los antecedentes familiares más directos.
Llevar unos hábitos de vida saludable, no nos quita el riesgo a padecer la enfermedad pero si que disminuimos la posibilidad.
Hoy quiero repasar con vosotras esos hábitos de vida saludable necesarios para alejar todo lo posible esa terrible enfermedad de nuestro cuerpo.
1. Alimentación
Seguir una dieta sana y equilibrada basada en la dieta mediterránea, es la mejor forma de alimentarnos. Una completa dieta en la que por su puesto está incluido el aceite de oliva. Seguro que habéis oído hablar de los famosos alimentos “anticáncer”, pues todos esos alimentos están incluidos en esta dieta, entre ellos el plátano, las legumbres, los frutos rojos, las patatas…..
2. Reducir el consumo de sal
Hace unos días escribía otro post hablando de los hábitos que son más perjudiciales para la salud que el tabaco y uno de esos hábitos era justamente el exceso de sal.
La sal es un compuesto indispensable para nuestras células, pero si queremos evitar problemas graves de salud debemos moderar el consumo diario.
El exceso de este ingrediente puede favorecer el desarrollo de hipertensión arterial. daños al corazón, puede causar embolias….Además afirman que puede favorecer la aparición de cáncer de estómago ya que la sal irrita las paredes estomacales.
3. Igualmente debemos hacer con el consumo de azúcar, no hay que eliminarlo de nuestra dieta diaria, pero debemos reducir su consumo diario.
4. Decir adiós al tabaco
Si eres fumadora debes ser consciente de los riesgos y los daños que este vicio causa en tu cuerpo. Cuando fumas estás dañando tu boca, garganta, laringe, pulmones y esófago.
5. Evitar el sobrepeso
Mantener un peso adecuado es fundamental si queremos llevar una vida sana y equilibrada.
6. Realizar ejercicio de forma habitual.
Es importantísimo evitar el sedentarismo, es necesario no estar largas horas sentada en el sofá o sentada frente al ordenador…
Realizar ejercicio físico es una manera estupenda de luchar contra todo lo malo. No hace falta matarse en el gimnasio, bastará con salir a caminar o a correr por las mañanas una hora. Esa hora nos llena de vitalidad, nos ayuda a mantener la línea, mejora nuestro estado de ánimo, nuestro humor y nos ayuda a reducir las visitas al doctor.
7. Cuidado con el alcohol.
El consumo diario y excedido de alcohol, ayuda a aumentar las posibilidades de sufrir alguna enfermedad.
Mucho cuidado no solo con la cantidad, también con la graduación alcohólica de la bebida.
