Entre semana no me quedaba más remedio porque o me levantaba o los niños no llegan a su hora al colegio, pero los sábados….me superaban. Jamás pensé que llegaría el día en que sonara la alarma de mi móvil y me levantase a la primera.
Pero no vayáis a pensaros que lo ponía cinco minutos más, lo ponía y ponía y ponía y me levantaba 45 minutos más tarde.
Decidí ponerle fin a este sufrimiento y he encontrado la solución con 4 sencillos trucos. Hoy quiero compartir con vosotras cómo he conseguido levantarme con la primera alarma de mi teléfono.¿Queréis saber cómo lo he logrado?
1. El sueño se rompe y ya no hay ni sueño profundo ni calidad.
Eso es lo que sucede cuando nos suena la alarma y estamos conscientes de que tenemos que levantarnos y que nos podemos dormir.
Debemos evitar poner el despertador antes de la hora, es decir, si nos tenemos que levantar a las 7, es mejor ponerlo a las 7:00 y nada de ponerlo media hora antes para ir atrasando la alarma.
Ganamos en cantidad, tranquilidad y en calidad.
2. Esto no falla.
Tenemos que poner el despertador lejos de la cama, de tal manera que cuando suene nos tengamos que levantar de la cama para apagar la alarma. Ahora ya estamos levantadas.
3. Esa canción que me hace mover hasta las cejas.
¡Esto no puede fallarle a nadie!. Despertar con esa canción que tanto te gusta y te hace cantar o bailar, es una maravilla y no tiene precio.
4. Soñar despierta.
Si nos levantamos a apagar la alarma pero nuestro subconsciente nos falla y nos volvemos a sentar en la cama, aprovecha para soñar despierta. Recuerda el olor que desprende el café cuando comienza a salir de la cafetera, lo bien que sienta el primer sorbo o el rico bocadillo, cereales o tostadas que te están esperando en la cocina.
