Nuestro cabello aguanta bastante bien y sin quejarse muchos maltratos como constantes tintes, poca hidratación, el uso de productos agresivos, lavados muy frecuentes, el frío, el sol y por supuesto el constante uso de las planchas y secadores. Pero como todo, el cabello también tiene su límite y cuando nos damos cuenta nos está pidiendo a gritos un poco de mimo.
El exceso de tintes es uno de los peores tratos que recibe nuestro cabello y puede provocar que nos encontremos con el cabello sin vida, encrespado, seco como la paja y con las puntas abiertas. Aquí os dejo unos consejos para remediarlo y volver a lucir un cabello bonito, con brillo, suave y con un aspecto sano.
Lo primero que os quiero decir, es que el cabello dañado debe ser tratado con mucho mimo.
Cuando lo vayamos a lavar, debemos evitar el agua caliente. Es mejor lavarlo con agua tibia y dar el último aclarado con agua fría, para ayudar a cerrar la cutícula y aportar brillo.
Utilizar siempre productos apropiados a nuestro tipo de cabello y no excedernos en la cantidad.
Hay que evitar los champús agresivos, si no sabéis diferenciarlos os cuento que los que más espuma hacen, son los que no debemos utilizar.
Al menos 1 vez a la semana, hay que aplicarse alguna mascarilla, puede ser casera o podéis comprarla. Lo ideal es dejarlas reposar toda la noche o aplicarla al menos media hora o una hora antes de lavar el cabello.
A la hora de secarlo, jamás debemos frotar el cabello con la toalla porque cuando el pelo está mojado, es aún más delicado. Lo ideal es envolverlo en una toalla tipo turbante.
Para peinarlo, debemos comenzar a desenredar siempre por las puntas e ir subiendo y siempre comenzar con un peine de púas anchas.
Y algo super importante, deja secar tu cabello siempre que puedas al aire libre y si no es posible, recuerda utilizar siempre protectores del calor antes de utilizar el secador o pasar la plancha.
La solución directa es reparar la estructura de queratina, que es como la columna de nuestro cabello.
Cuando la queratina natural que envuelve las fibras de pelo desaparecen, es cuando el cabello se daña y nosotras notamos como nos cuesta desenredarlo, lo notamos encrespado, sin brillo…
Para que os hagáis una idea, el casi 90% de las fibras capilares son mayoritariamente queratina.
Si tenéis el cabello liso y muy fino, podéis optar por los tratamientos que contienen queratina. Esta se introduce en las zonas dañadas, reparándolas rápidamente.
ACEITES
Los aceite contienen ácidos grasos insaturados capaces de restaurar el pelo dañado. Nuestro pelo los acepta de maravilla ya que se parecen a las sustancias naturales que contienen nuestro cabello. Hay mucho donde elegir, pero a mí especialmente me gusta mucho el de Argán.
Yo he descubierto, que los aceites hacen que mi cabello se vea más bonito y con más brillo. Animaros a incluir en vuestra rutina diaria aceites y vitaminas, y ya veréis como notáis que vuestro cabello se vuelve a restaurar.
Si notáis el cabello excesivamente seco, os aconsejo probar la Manteca de Karité. Esta es rica en carotenos y vitamina E.
Y en verano, os aconsejo proteger el cabello del sol y aplicar algún aceite protector que contenga filtros solares.
Un producto estupendo para reparar el cabello dañado, es el SÉRUM. Este es un concentrado oleoso que ayuda a nutrir, dejando el pelo más bonito, sedoso y con brillo.
Si tenéis el cabello muy dañado, podéis aplicarlo de medios a puntas sobre el cabello seco y dejarlo actuar durante toda la noche.
Y otro forma de utilizarlo, es añadir un poco de sérum a la mascarilla habitual, de esta forma le estamos proporcionando un toque extra de suavidad.
Para las chicas que tengáis el cabello rizado, podéis probar a mezclar un poco de sérum con vuestra espuma y aplicar la mezcla con el cabello húmedo (tenéis que quitar primero el exceso de agua con la toalla).
MASCARILLA CASERA PARA EL CABELLO DAÑADO
Calentaremos un poco de Manteca de Karité al baño María y una vez lista, en un cuenco pequeño, añadiremos la Manteca, una cucharada de aceite de almendras y otra de coco o aceite de aguacate.
Nos la aplicaremos de medios a puntas y después por todo el cuero cabelludo, realizando un masaje. Cogemos papel transparente de la cocina y nos enrollamos el cabello. Lo dejaremos reposar de 20 a 30 minutos. Para dar más calor, podemos pasarnos un poco el secador con el difusor, durante unos minutos. Y después nos lavamos el cabello como lo hacemos de forma habitual.
Espero que estos consejos os ayuden a lucir un cabello perfecto…
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