Las varices pueden limitar el día a día de las personas que las padecen. Pueden producir: picor, calambres, dolor, sensación de presión, piernas cansadas….
Hay factores claves como los antecedentes genéticos, una vida sedentaria y la alimentación que pueden desencadenarlas.
– Debes comenzar por cuidar tu alimentación, eliminando la sal, las conservas, embutidos y carnes rojas, estos productos nos hacen retener líquidos.
– Introduce fibra en tu dieta.
– Consume fruta que contengan flavonoides como las naranjas, arándanos, cerezas, limones, moras, etc….
– Las verdura y cereales integrales, no deben faltar.
– Bebe mucha agua.
– Come un puñado de cerezas diariamente.
– Túmbate 10 minutos en la cama o en el sofá y pon las piernas en alto, puedes ponerte debajo un cojín o apoyar los pies en la pared.
– Realízate un masaje con aloe vera.
– Duerme con las piernas ligeramente más elevadas que el cuerpo.
– Evita la ropa muy ajustada.
– Aplícate frío y calor. Comienza aplicándote un paño con agua caliente y después un paño con agua fría. Te ayudará a relajarte y a que la sangre circule.
– Evita el sedentarismo, si tu trabajo te obliga a estar sentada ve levantándote y caminando un poco.
EL CASTAÑO DE INDIAS
Lo podemos comprar en herboristerías, es uno de los remedios más efectivos porque en sus semillas podemos encontrar la escina, un componente que ayuda a que la sangre circule con normalidad.
Reduce los edemas, evita la retención de líquidos, disminuye el dolor, la pesadez y los calambres.
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